Es un aparato portátil y manual que tiene un agente extintor en su interior y que hace más difícil la combustión. Se usa como primera línea de defensa, o como complemento en la extinción de incendios, ya que su funcionamiento es limitado.
A lo largo de sus dos décadas de existencia, el extintor pasa la mayor parte del tiempo sin usarse en su ubicación habitual, aunque hay que saber que en pocos minutos puede ser necesario y de allí su importancia.
Es muy importante conocer cómo funciona, ya que es un aparato manual. Cuando se necesita no hay tiempo para pararse a leer las instrucciones. Es bueno que sepas de qué tipo son tus extintores, para qué tipos de fuego se recomiendan, hasta qué tensión eléctrica son aptos, etc...
Podemos ver distintos tipos de extintores con distinto agente extintor. Los más utilizados son: Co2, Polvo ABC y ESPUMÓGENO:
Su nombre se refiere a tipos de fuego para los que está preparado, A: combustible sólido, B: combustible líquido y C: Gas. Es un agente extintor que hace una extinción rápida sin ser tóxica, aunque puede dar problemas respiratorios por el polvo y humo que se crea, así como falta de visión.
Contamos con extintores portátiles de Polvo ABC que van del kilo a los 6kg. y móviles desde 25, 50 y 100kg.
CO2 o dióxido de carbono, es un agente gaseoso, inodoro e incoloro que se almacena en el interior del envase en estado líquido , uu se utiliza en combustiones para apartar el oxígeno, aunque tiene posee efecto refrigerante que reduce los niveles de calor. No deja residuos después de ser usado.
Contamos con extintores de CO2 de 2 y 5kg. Y botellones de 10kg.
Si al agua le añadimos un aditivo específico, se crea un extintor espumógeno con muchas ventajas. Su eficacia es alta (aptitud del extintor para sofocar el fuego) en un envase de 6L protege de los fuegos A y B (según la normativa), los residuos que deja son menos dañinos con las instalaciones que el polvo y respeta el medio ambiente.