Si ya tiene un equipo de protección contra incendios, su responsabilidad como dueño es hacer un mantenimiento óptimo de su equipo. Los extintores no son solamente objetos que están relegados a un rincón, ni las alarmas de monóxido de carbono pueden ser abandonadas. Es importante para el mantenimiento de sistemas contra incendios hablar con profesionales para comprobar que los sistemas están en perfectas condiciones por si pueden llegar a hacer falta.
Cada sistema anti incendios necesita cierto mantenimiento diferente.
En el caso de los extintores cada país cuenta con sus diferentes directrices, pero una revisión básica se basa en comprobar que funciona correctamente, que el peso y la presión son los adecuados y que el recipiente no tiene posibles signos de corrosión. Una revisión más completa incluiría una comprobación del agente extintor: agua, polvo, espumógeno, etc.
Las comprobaciones más básicas se han de hacer tres meses y las obligatorias por ley, se han de hacer una vez al año. Cada 5 años se hará una prueba hidrostática al envase para comprobar que no cuenta deformidades y soporta la presión a la que se somete. Para las alarmas de humo sucede lo mismo que con los extintores, se necesita una atención diferente según el tipo. Por ejemplo, las que detectan humo a por medio su visibilidad y temperatura se deben limpiar de forma periódica para que no acumulen polvo y produzcan falsas alarmas. Se debe cambiar la batería según especifique el fabricante de cada alarma.
La mayoría de las Instalaciones Anti Incendios son estáticas, puesto actúan en caso de Incendio o en pruebas de mantenimiento, y por eso desde RUVA SEGURIDAD hemos apostado desde sus orígenes por mantenimientos rigurosos.
Hacemos el mantenimiento de cualquier sistema de protección contra incendios.